Un poco de arte urbano....

Aunque tengo un montón de cosas por colgar hoy me apetecía mostraros esto.
Son un par de ejemplos del arte urbano que adorna muchos de los muros de rodean solares vacíos de nuestras ciudades.



Hace unos años, no me gustaban nada, pero de un tiempo a esta parte, reconozco que he encontrado muchos que me han parecido muy buenos. Especialmente en el casco viejo de Valencia.
Los dos que muestro hoy los he visto pasar de camino a la obra. Están en el barrio del Baladre en Puerto de Sagunto.

Será el espiritu de San Valentín????????

Nooooooooo
Más bien , el espíritu de la tejedora compulsiva.
Aunque en este caso no se trata de punto, sino de fieltro.
Ayer llegó un paquete muy esperado de manos maravillosas, con unos paquetes de lana para hacer fieltro y una aguja para trabajar el fieltro en seco. Os aseguro que los colores son preciosos,aunque las fotos sean tan malas...

Y como podeis ver, no me quedó otra opción que estrenarla, jeje.
Así que cogí un poco de lana roja de un pedido anterior... y salió el corazón.
La técnica aun no la tengo muy depurada, pero bueno, como es el primero... Pues ya iré mejorandola.
Ahora tengo que pensar que hago.....mmmmmmmm.... ya os contaré

Merceditas

Después de dejar aparcadas las maeceditas (aún no he desistido), decidí hacer unas en versión ganchillo, así que cogí la aguja y la lana, y un patrón al que no le hice mucho caso y el pasado fin de semana hice tres pares.

Las moradas están hechas con la lana que compré para las maedecitas y que ya sirvió para la bufanda en espiral y unos restos que quedaron del poncho de Sara.

Las multicolor son de la misma lana que un gorro rapidísimo que hay en una entrada anterior. Son basicamente iguales, pero cada una tiene detallitos distintos.
Si quereis ver mas imágenes las teneis en mi flickr

Mantita para sofá

La manta está hecha de cuadritos tejidos a dos agujas en punto bobo y luego unidas con ganchillo.

Para rematarla le hice un borde de varias hiladas a ganchillo en punto alto.

Fue un regalo para una amiga cuando cambió de casita. Para que no pasara frío cuando se queda dormida en el sofá (porque su sofá te atrapa, te sientas, te relajas... y cuando te descuidas ya te has quedado sopa)